Todo comenzó cuando iba a la
universidad y “La tienda americana” abrió la Escuela Wilton debajo de casa de
mis padres. Todos los días pasaba por delante del escaparate y veía a la gente
disfrutando haciendo esas tartas tan divertidas y coloridas que salían en las
películas de Hollywood. Siempre me habían llamado la atención ese tipo de
tartas pero nunca había conseguido encontrar donde comprar una (en esa época no estaban de moda).
Hace cosa de año y medio (finales de 2012), como la mayoría de los españoles, me fui al paro momento que aproveché para retomar el inglés y hacer un máster de interiorismo….y momento en el que aprovechó mi marido para regalarme un estupendo curso de decoración con manga en la Escuela Wilton de La tienda americana.
El creía que si lo hacía me picaría el gusanillo culinario y empezaría a cocinar más en casa y preparar sabrosos guisos. Lo que no sospechaba es que acabaría llenándole la cocina de moldes, cortadores, colorantes…y acapararía el horno, pero seguiría sin tocar una sartén, a menos que fuese para algo de repostería (pobrecito mío). En poco menos de medio año he pasado de no pisar su la cocina a tirarme todo el día en ella haciendo tartas, galletas y cupcakes. No sé cuánto me durará esta pasión pero de momento estoy disfrutando como una enana de ella!!!
Luz Ignesón
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