La Huerta en Casa (Curso de chocolate plástico con Isabel Tamargo)

Este año los Reyes Magos me trajeron un estupendo regalo de navidad: el curso de La Huerta en Casa que impartía Isabel Tamargo de “Tartas Imposibles”. El taller consistía en modelar con chocolate plástico y RKT (rice krispies treats) una preciosa, y muy realista, cesta de hortalizas.

¡¡¡No os hacéis una idea de cómo olía!!!!

Para los que os esté empezado a sonar a chino, el RKT no es más que la típica barrita de cereal de arroz inflado, es decir una mezcla de arroz inflado, nubes de azúcar (marshmallows) derretidas y mantequilla….bueno supongo que las barritas de cereal de los supermercados son mas elaboradas, pero en lo que a repostería creativa se refiere con esos tres ingredientes es suficiente.

La ventaja de usar RKT, en vez de un bizcocho torneado, es que puedes hacer figuras más ligeras y complejas como por ejemplo la parte superior de un globo aerostático o un dinosaurio de pie sobre sus patas traseras. Muchos grandes reposteros para este tipo de figuras emplean estructuras de madera o pvc forrado sobre las que apoyan los bizcochos. Otros usan dummies (porexpan o corcho blanco), como yo cuando hice la figura de Garfield. Lo bueno del RKT frente a las estructuras o el corcho es que es totalmente comestible y además está riquísimo!!!!

  

Por otro lado el chocolate plástico es un tipo de chocolate maleable como la plastilina que te permite modelar con él. Se puede comprar en carísimas tarrinas (en España todavía no se vende en muchas tiendas ni formatos) o hacer en casa mezclando chocolate y glucosa o jarabe de maíz. Si optáis por esto último encontrareis numerosas recetas en internet pero os recomiendo una cosa, utilizad chocolate de excelente calidad porque si no, no conseguiréis que la mezcla alcance una consistencia firme, como me pasó a mi hace un año en mi tarta derretida.

 

                   La berenjena                                                             El pimiento y el puerro

Lo bueno del chocolate plástico frente al fondant, sabor a parte, es que tarda mas en secarse por lo que no hace falta trabajar con el rápidamente ni hay que taparlo cada vez que te levantas de la mesa. Además se pega entre sí con calor, por lo que olvidaros del pegamento comestible. El problema es que está como una piedra, pero en cuanto se le da un poco de calor se reblandece sin problemas. Esto para los que tenéis manos cálidas no es problema, pero los que seáis de manos frías como yo, vais a necesitar acercarlo a una fuente de calor (radiador, chimenea, marido de manos calentitas ;P……. pero nada de microondas). Los de manos calientes tendréis el problema de dejarlo demasiado blando, por excesivo “manoseo”, en ese caso dejad de trabajar un rato con él y listo.

   

                   Los pimientos de padrón                                     Los tomates y la calabaza (lo que mejor me quedó)

El chocolate plástico, de momento, no se vende coloreado, por lo que hay que teñirlo. En el curso, Isabel Tamargo da una magistral clase de cómo y con qué hacerlo. Además de lo que ella recomienda y los colorantes específicos para chocolate, yo he descubierto que los de Americolor en gel también sirven. De hecho ya los había probado con la ganaché que hice para los cupcakes de Gruñón y habían teñido el chocolate rápidamente sin ningún problema.

              

                        Las zanahorias                                          Los calabacines (con sus motitas blancas)  

Tecnicismos a parte, el curso fue muy intenso pero muy divertido. Lo organizó The Sasha’s Bakery y nos ofrecieron una comida riquísima ambos días, uno incluso nos dieron una empanada recién hecha. Duró dos días completos, ya que de tanto charlar se nos fue el tiempo y nos fuimos varias horas del tiempo estimado. Si tenéis la oportunidad os recomiendo que lo hagáis.

A modo de resumen (no quiero contar mucho por si lo vais a hacer) os diré que el primer día modelamos todas las hortalizas forrando las figuras de RKT con el chocolate. El segundo les pusimos los rabitos, cubrimos la tarta de dummie con fondant e hicimos la base imitando un suelo de terracota.

 

Al final del último día montamos el conjunto a nuestro gusto, colocando en los espacios vacíos virutas de fondant que hicimos con un extrusor.

Como he dicho al principio, fue un curso estupendo, muy completo, instructivo y divertido. El resultado causó sensación cuando lo enseñé en casa y el olor mas aún.........Ahora solo me queda practicar todo lo aprendido.

   Luz Ignesón

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