Por fin llegó la navidad y con
ella las estresantes fiestas familiares. No me entendáis mal, me encanta
reunirme con toda la familia en estas fechas pero cuando tienes pareja es muy complicado
dividir las festividades entre las dos familias…a veces tengo la sensación de
que hagas lo que hagas nunca aciertas!
Este año el trabajo que me
permitía tener mas horas libres y decidí poner en práctica una de las recetas
que había visto en el blog de Bea y sorprender a todos con galletas navideñas
caseras.
La receta estaba adaptada de un libro de Martha Stewart y tenía una pinta deliciosa. Así que me puse manos a la obra y me sorprendí de lo bien que quedó la masa que no era nada pringosa y se amasaba con facilidad. Además conservó muy bien la forma tras el horneado y conseguí unas galletas de chocolate muy finas. Os dejo el enlace con la receta por si queréis probar.
También aproveché esta ocasión
para poner en práctica varios consejos sobre la elaboración de galletas que
había visto en su blog, como dejar la masa una vez cortada reposando 10 minutos
en la nevera antes de hornearla para que no pierda su forma.
Como no a todo el mundo le gusta
el chocolate hornee también unas cuantas galletas de mantequilla. En total hice
cuatro bandejas de galletas navideñas de cada tipo…la casa olía de maravilla pero
mi robot de cocina murió en el intento :( Me parece que quemé el motor al
intentar amasar hasta el final con él. Por aquel entonces no sabía que era
recomendable terminar de amasar a mano, sobre todo si el robot de cocina no
tiene un gancho de amasado (muy conveniente en este tipo de repostería).
Tras este descalabro no pude probar
a decorar las galletas con glasa por lo que utilicé fondant y lápices pasteleros.
Aun así quedaron preciosas, sobre todo los abetos. ¡Es sorprendente la cantidad
de diseños que se pueden hacer con una misma figura!
Pasadas las fiestas aproveché
varias galletas que habían dejado sin
decorar (las campanas y las bolas no me inspiraron) para probar mis nuevos
rotuladores comestibles. El resultado quedó gracioso pero no tan entrañable
como con los lápices pasteleros. Os pongo una imagen para que os hagáis una
idea.
Luz Ignesón
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