Tarta "Frozen" (probando el papel de azúcar)

Cuando llegó el cumpleaños de Rita, sus padres, que habían quedado encantados con la tarta Dumbo que le hice para su santo, decidieron encargarme otra tarta. Esta vez el tema sería la última película de Disney “Frozen, el reino del hielo”.

En cuanto me lo dijeron me vino a la mente hacer una preciosa figurita de fondant de Elsa Frozen que coronase una tarta nevada. Pero, tras ver varias las tartas que había en internet con este tema y calcular el tiempo que me llevaría hacer la muñeca, preferí simplificar el modelado y centrarme más en la decoración de la tarta en sí.

Creo que cuando tienes que recrear personajes tan conocidos, es importante que queden lo mas similares posible. En internet había muchas Elsa Frozen que daban grima por lo deformadas que estaban o parecían hombres travestidos (sin pretender con ello ofender a este colectivo). Pocas figuritas eran equilibradas y guardaban parecido con la realidad (traje azul y pelo rubio aparte).  Por ello, preferí dejar el modelado de Elsa para otra tarta en la que tuviese más tiempo para enmendar errores y además contase con más experiencia esculpiendo figuras humanas.

Al final opté por modelar un personaje menos complejo y mas divertido como el muñeco de nieve Olaf, que además es mi favorito de esta película. Para ello seguí los sencillos pasos de este tutorial, modificando algunas cosas según mi criterio. Por ejemplo, como los botones son piedras, aplasté suave y repetidamente con una esteca dresden las bolitas negras. Para los brazos utilicé alambre de florista sobre el que enrollé el fondant, de este modo les daba rigidez y además podía colocarlos separados del cuerpo, a diferencia de los del video. También use alambre para hacer el pelo lo que quedó más realista y proporcionado.

       

Luego hice mi famosa tarta “muerte por chocolate” (deliciosas capas de bizcocho de chocolate rellenas de ganaché de chocolate negro alternando con ganaché de chocolate blanco). La cubrí con ganaché, procurando dejarla muy lisa y con los bordes perfectos, y la recubrí de fondant “azul bebe”.

Aquí tengo que hacer un alto en el relato para hablaros de las marcas comerciales de fondant. A mi generalmente me encanta la holandesa “FunCakes” porque tiene unos colores preciosos, es muy moldeable y, como tengo las manos muy frías, me es sencillo trabajar con ella. Sin embargo, había leído en un blog que no era una buena marca para recubrir tartas porque se agrietaba fácilmente, hecho que corroboré al intentar usarla para esta tarta. Hice varios intentos, la amasé hasta la saciedad, abrí nuevas pastillas, le pedí ayuda a mi marido, pero hiciese lo que hiciese la masa se agrietaba y disgregaba en los bordes :( Al final tuve que volver a la tienda y comprar fondant de “decolordulce” que, aunque proporcionalmente es bastante mas caro, también se moldea muy bien, es una marca española, y sabe de maravilla (para mi es la que tiene mejor sabor). Con ella no tuve ningún problema en recubrir la tarta a la primera.

Después, mientras recortaba copitos de nieve con un molde extrusor, mi marido quiso contribuir haciendo un abeto nevado que quedó muy simpático y le dio profundidad a la tarta.

Esta imagen es cortesía de la madre de Rita

También coloqué unas siluetas de papel de azúcar de las hermanas Frozen, que me habían impreso desde pdf en una impresora comestible en mi tienda habitual. Desde un punto de vista puramente estético las figuras sobraban pero sabía que a la niña, que cumplía cuatro años, le iban a  encantar.

Nunca había utilizado este tipo de decoración y me pareció muy sencilla y cómoda. Puedes imprimir a tamaño folio de 3mm de espesor lo que quieras. Las laminas impresas duran varios días sin secarse guardadas en una bolsa plástica para folios. Lo ideal es que, nada mas llegar a casa, recortes las figuras y luego las guardes a temperatura ambiente procurando que no les de el sol, para que no pierdan color. Es imprescindible no meterlas en la nevera porque con la humedad se estropean. Hasta que se seca, el papel es muy flexible y con un poco de agua se adhiere perfectamente a la superficie curva de la tarta. El único inconveniente que encontré es que con el calor se despegaba y tuve que pegarla varias veces.

Para el nombre, que coloqué en la parte superior de la tarta, utilicé unos cortadores de letras funky de la marca fmm. En este blog explican cómo utilizarlos para que no queden rebabas y salgan bien del molde (esto es lo más difícil).

Por último puse varios montones de nieve repartidos por la tarta, para potenciar la sensación de invierno, y los espolvoreé con “brillantina” comestible.

El toque final se lo di colocando en el número cuatro otro montoncito de nieve. No suelo poner velas en las tartas que me encargan, pero en este caso quería hacerlo para que quedase integrada en el conjunto. Por ello escogí una vela blanca que parecía hecha de hielo y era perfecta para la tarta.

Hacer esta tarta fue muy divertido y un placer, como espero que haya sido para vosotros leer este post. Así que os animo a hacer algún comentario o a darle al "me gusta" en los iconos de las redes sociales de abajo.

   Luz Ignesón

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