El “hada Rita” quería una tarta
de Dumbo por su santo porque, aunque ningún adulto lo entienda, es su película
favorita y disfruta mucho viéndola. Sobre todo le gusta la amistad del
elefante con el ratoncito Timoteo. Es curioso porque si le preguntas a
alguien de mi generación, te dirá que lo único que recuerda de esa película es
el sueño psicodélico que tiene Dumbo tras beber accidentalmente alcohol de un
barreño. Pero los niños solo ven a un cachorro asustado y maltratado, que
supera sus miedos e inseguridades con la ayuda de su inseparable amigo.

Después de recibir el encargo de
esta tarta, y de rever la película, empecé a imaginar como podía hacerla. En un principio
pensé en una tarta alta y cuadrada, que simulase el edificio del que obligan a
saltar a Dumbo en su actuación circense. Solo tenía que colocar la figura del
elefante arriba y pegar en uno de los laterales la falsa fachada hecha de
fondant, con las ventanas y las llamas pintadas sobre ella. La idea era
original, no había nada así el internet, pero no reflejaba la amistad que tanto
le importaba a Rita y, según mi marido, era un poco retorcido elegir un momento
de angustia del personaje para hacer una tarta infantil…mi gozo en un pozo :(