Tarta de la Dra. Castor

Hace tanto que no escribo en este blog que ya hasta me da vergüenza: Vergüenza por haberos tenido abandonados tanto tiempo. Vergüenza porque llevo ya más de un año de retraso respecto a las tartas que he ido haciendo. Y vergüenza porque he tenido que recibir un comentario anónimo en uno de mis post, pidiéndome que no abandonara el blog, para sacarme de mi letargo y me animase a escribir de nuevo.

Como auto flagelarse no sirve de nada voy a hacer como Fray Luis de León y retomar el blog con un: Como decíamos ayer…

Hoy os quiero enseñar una tarta que hice el verano pasado y de la que me siento especialmente orgullosa. ¡Jamás pensé que me fuese a quedar tan bien!

 

Mi hermana me llamó un día preguntándome si le podía hacer una tarta para celebrar el cambio de década de su suegra, Amparo. Quería que en la tarta hubiese una castor que luciese el traje académico español de un doctor en derecho, que es el que Amparo se pone cuando preside los actos oficiales de su universidad. Respecto a por qué un castor y no una figura humana, mi hermana me dijo que era la forma cariñosa con la que la familia llamaba a la homenajeada.

Después de mucho pensar, decidí hacer una tarta con forma de tronco sobre la que colocaría a la Dra. Castor.

Cómo nunca había hecho una tarta así decidí buscar algún tutorial en internet y encontré un vídeo fantástico de ZoeFuncy Cake con una técnica muy sencilla que puse en práctica inmediatamente.

¡¡¡El resultado me sorprendió sobremanera!!! Tanto que ya lo he puesto en práctica para otras tartas mejorándolo con aportaciones propias…pero eso os lo contaré dentro de unos post ;)

Respecto a la figura, como era para conservar, la hice en fondant con una base interior de porexpan y la armé con palillos. Esto haría que se conservase mejor que con el interior de RKT y que no pesase demasiado sobre la tarta.

Una vez modelado el cuerpo no pude evitar ponerle detalles que sabía que no se iban a ver cuando lo vistiese, como la textura peluda o la tripa más clara. También aproveché para preguntarle a mis seguidores si les gustaba más con o sin párpados. Arrasó esto último y casi todo el mundo coincidió en que le hacia un aspecto mas tierno. Las pestañas y el colorete le dieron el toque femenino que necesitaba.

Luego empecé a vestirla con el traje académico español de un doctor en derecho, con su típico birrete, la muceta con la cogulla o capucha en la parte trasera, la pajarita y las puñetas con encaje.

Para los que no lo sabéis, la muceta es una prenda de raso y tiene un color distinto según la escuela o facultad universitaria a la que pertenezca. Es de origen medieval, llega hasta los codos y lleva botones en su parte delantera. Las únicas mucetas que no llevan cogulla o capucha son las correspondientes a las facultades de ingenierías y arquitectura.

Las puñetas, lo que lleva al final de las mangas, son de uso restringido a los doctores. También son de raso del color de la facultad, en este caso rojo, y llevan una tira de encaje encima con diferentes dibujos. En este caso el encaje lo pinté a mano con un pincel y tinta comestible en polvo diluida en vodka. El dibujo es igual al de las puñetas usadas por la cumpleañera.

Por último, el birrete español es muy diferente del americano ya que tiene una forma prismática y un pompón en la parte superior. Según si es para un licenciado/graduado, un doctor o un rector su color y el recubrimiento lateral varía. En este caso, como es el birrete de un doctor en derecho, tiene flecos bordeando todo el perímetro y tanto estos como el pompón o borla son del citado color rojo.

A modo anecdótico solo me queda contaros que la cola que le hice a la figura pesaba a mucho, porque era íntegramente de fondant. Esto hacía que el castor tuviese cierta tendencia a inclinarse hacia atrás. Mientras estuvo pinchado en el dummie de porexpan sobre el que trabajo no hubo problema, y nada me hizo sospechar de este posible problema. Pero cuando lo coloqué sobre la tarta….Como el interior era de muerte por chocolate, es decir de deliciosas capas de bizcocho de chocolate rellenas de ganaché de chocolate negro con un centro de ganaché de chocolate blanco derretida, el punto donde apoyaba la figura era precisamente ese centro hueco de chocolate derretido por lo que no tenía la sujeción necesaria para contrarrestar el peso de la cola. Al cabo de unos minutos empezaba a inclinarse. ¡Un contratiempo!

Hace unos años me habría estresado muchísimo, pero la experiencia templa mucho los nervios. Lo único que tuve que hacer fue pinchar la figura un poco descentrada de manera que se sujetase en las capas de bizcocho y que una de sus patas tapase el agujero de la posición anterior.

 

Con esta tarta no solo conseguí llegar dos veces al top semanal de foro Repostería, sino que también epaté e hice felices a varias personas a las que quiero mucho.

   Luz Ignesón

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