Como ya os he contado en alguna
ocasión, suelo separar las celebraciones que hago en casa de manera que mi
familia y la de mi marido no coincidan. Esto no es porque no se lleven bien,
sino porque logísticamente me resulta más sencillo y además disfruto más con un
grupo reducido de gente a la mesa (más de 12 es una locura!!). Lo malo es que
tengo que preparar dos tartas y hay veces que me agobia un poco, como cuando
hice la tarta Frankentein.
En esta ocasión decidí
planificarme con tiempo y preparar las dos tartas a la vez. Inicialmente iban a
ser las dos iguales pero con diferentes colores (dos preciosos paquetes navideños). Pero luego hice un divertido curso de tartas esféricas que impartía
Vero de “The Sugar Lab” en el Dulces Ilusiones de las Tablas y se
me ocurrió una idea todavía mejor, pondría en práctica todo lo aprendido y
crearía una preciosa tarta de bolas de navidad.
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Este grupo es anterior al mío pero asi os hacéis una idea.
(imagen cogida de la página de The Sugar Lab)
Así que cogí mi nuevo molde de Ibili (que funciona estupendamente), lo engrasé con aceite, lo rellené con 60gr
de masa por hueco y lo hornee. Después repetí la operación para obtener las 12
semiesferas que se convertirían en las 6 bolas que necesitaba.
Lo que quedaba era sencillo pero
muy pringoso!! Primero recorté bien el bizcocho con la ayuda del molde
como nivel. Luego junté las dos mitades con un poco de ganaché de
chocolate (no se debe poner mucha cantidad). Finalmente les dí dos capas de
cobertura de ganaché, lo mas finas posible, dejando reposar las bolas en el congelador
entre cada aplicación y al final. Para repartir uniformemente las distintas capas de
ganaché utilicé los dedos, sin olvidarme de engrasar el molde
cada vez que dejaba la bola ganacheada dentro de él (en el curso nos recomendaron
emplear mantequilla pero yo en casa lo hice con aceite y funcionó bastante bien).
Mientras tenía las bolas en el
congelador procedí a teñir y preparar el fondant para cubrirlas (150-200gr por unidad).
Luego fui sacando y recubriendo las bolas una a una para evitar que se derritiera
la ganaché. Vero nos explicó varias
técnicas para hacer esto pero a mí me gustó mas la que es similar a la empleada
para cubrir una tarta, aunque en la parte de debajo de la bola se quedé un
costurón bastante grande debido a la unión de la pasta. Esta técnica permite
forrar la bola mas rápido, lo que es importante, y que la capa de fondant quede
más uniforme evitando bultos raros. Además nadie va a dar la vuelta a bola para
ver la unión, no?
Solo faltaba decorarlas con glasa
así que cogí un par de bolas del árbol de navidad para tomarlas de ejemplo y me
puse a ello. Aunque inicialmente utilicé una boquilla del 1 tuve que terminar
usando la del 2 ya que la glasa estaba algo seca y bloqueaba la salida de la
primera. Esto me dio bastante rabia, ya que la decoración queda más grosera, pero
al haber bolas con filigranas de distintos grosores le dio a la tarta más movimiento.
Cuando estuvieron secas las
coloqué cuidadosamente, pinchadas en un palillo, sobre un dummie que había
forrado el día anterior simulando madera (esto lo hice a mano sin
texturizadores).
Ya solo quedaba ponerle las velas
(a cierta distancia no fuésemos a quemar el azúcar) y soplar.
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Y como siempre para mi los restos.....aunque esta vez si pude comerme una bola!! Deliciosas.
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