Desde que empecé en con la pasión
de la repostería creativa mi madrina, cada vez que realizaba una tarta para
alguien de la familia, me pedía que le hiciese una reproducción de su perro en
fondant. Hace un año le deje que no porque sinceramente me faltaba experiencia
y no sabía cómo hacerlo, pero esta vez ya no solo no tenía excusa, sino que me
apetecía probar y realizar mi primer perrito de azúcar ¡y qué mejor oportunidad
que hacerlo que para su cumpleaños!
Figo es un cruce de podenco color
canela, de cara simpática y pelos alborotados. Desde el principio tenía muy claro que quería
modelarlo sentado con su pajarita, como en la foto que veis abajo. Siempre me
pareció una imagen muy graciosa.
Inicialmente empecé a modelar al
perro con RKT recubierto de chocolate plástico. Como no acabo de dominar
el chocolate plástico, el resultado fue un animal grande y gordo que nada tenía
que ver con la realidad. Así que decidí dejar de experimentar y hacerlo de
fondant.
Lo que mas me preocupaba de este
modelado era cómo representar las partes blancas del animal, así como esos
pelos revueltos tan característicos. Al final, tras probar distintas opciones
decidí utilizar fondant blanco para la pechera, las zarpas y la barba y pintar la
cara, la cola y los encuentros con la ayuda de un pincel. Esto también me permitió
darle aspecto de pelo revuelto.
A modo de consejo y como
aprendizaje de este modelado deciros que tras mucho probar si queréis pintar en
blanco sobre un fondant más oscuro lo mejor es utilizar colorante en polvo
diluido con algún alcohol blanco, tipo vodka, a emplear un colorante en pasta o
gel blanco. De esta manera conseguiréis un color más nítido y de rápido secado
(unos minutos en vez de varias horas). El único inconveniente que se le podría
sacar a esta opción es que la textura puede quedar mas grumosa si no se diluye
bien el colorante.
Respecto a la figura, desde mi
punto de vista exigente quedó demasiado erguida para la postura natural de esta
raza de perro, pero el conjunto quedó simpático. Además le añadí un cuenco de
comida con un hueso y su nombre, lo que le aportó calidez.
Para la tarta, a petición de mi
madrina elaboré mi famosa muerte por chocolate en versión mini y la recubrí con
un fondant marrón clarito decorado con patitas. Quería que quedase elegante y
alegre pero sin que restase protagonismo a la figura.
Es una tarta que disfruté mucho
haciendo y a la que puse muuucho amor. Hecho que se vio reflejado en la cara de
felicidad de mi madrina que además de disfrutar de su día especial rodeada de
aquellos que la apreciamos, pudo llevarse un estupendo regalo dulce a casa de
recuerdo.
Luz Ignesón
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© [2013-2015] [Be brown, be sweet]
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Jejeje, mola el perro de tu tía!!!!Que pinta tiene la tarta!!!! sobre todo el núcleo de choco blanco!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias :)
EliminarHola, yo soy la tia de Luz y dueña del perro Figo. Tengo que decir que es la tarta más bonita que me han hecho nunca. Y estaba buenísima. Por supuesto que no me he comido ni la figura de Figo ni su comedero, Los guardaré eternamente para recordar la ilusión que me hizo verla
ResponderEliminarMuchiiiiisimas gracias Blanca!!! me alegro muchísimo que te hiciese ilusión tu regalo, lo hice con mucho amor.
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