Desde que empecé en con la pasión
de la repostería creativa mi madrina, cada vez que realizaba una tarta para
alguien de la familia, me pedía que le hiciese una reproducción de su perro en
fondant. Hace un año le deje que no porque sinceramente me faltaba experiencia
y no sabía cómo hacerlo, pero esta vez ya no solo no tenía excusa, sino que me
apetecía probar y realizar mi primer perrito de azúcar ¡y qué mejor oportunidad
que hacerlo que para su cumpleaños!
Figo es un cruce de podenco color
canela, de cara simpática y pelos alborotados. Desde el principio tenía muy claro que quería
modelarlo sentado con su pajarita, como en la foto que veis abajo. Siempre me
pareció una imagen muy graciosa.