La historia de esta tarta
comienza (o comenzó) el octubre pasado, el día que vi el anuncio de un curso de
modelado de una chica vestida de esqueleto que impartía “MiSs Tartas” por Halloween.
En cuanto vi la figura supe que era el topper ideal para la tarta de cumpleaños
que iba a hacerle a mi hermana pequeña, una auténtica friki de estas cosas. El
único problema es que tenía que esperar hasta diciembre para dársela…aunque eso
realmente solo implicaba almacenar con cuidado la figura y rezar para que no se
estropeara.
Inicialmente la tarta iba a
seguir con la temática de Halloween, iba a ser de color morado con rayas
negras, a tener tumbas, arañas y la montaña enroscada con la luna de fondo de
la película de Tim Burton “Pesadilla antes de navidad”. Llegué incluso a
comprar el fondant lila, pero cuando me quise poner manos a la obra en pleno
diciembre, con el árbol encendido y los villancicos de fondo, no me apeteció
nada hacer una tarta con esa temática.
Así que pensé que porqué no hacía
una tarta fusión de ambos temas, es decir, una pesadilla navideña. De este modo
la tarta combinaría la pasión de mi hermana por lo terrorífico con la
entrañable fecha en la que nació.
Para ello lo ideal era hacer una
tarta de pisos que gradualmente pasase de un tema a otro de manera que la base
fuese muy navideña (con bastoncillos de caramelo y muñecos de jengibre) y la
parte superior tuviese la figura disfrazada de esqueleto sentada sobre un lecho de sangre.
Una cosa importante que tuve
clara desde el principio, era que el último piso sería de dummie (falsa tarta)
de manera que mi hermana podría guardarlo junto con la muñeca y así está no se
destrozaría al sacarla de la tarta. Sabía que comerse la figura no era una
opción y querría que acabase en su estantería junto con la que le hice por
su graduación.
Otra decisión fundamental fue
hacer la tarta descentrada. Aunque a mi “yo arquitecto” le costó un poco era necesario
hacerlo así porque, no solo equilibraba la tarta (la muñeca aportaba un peso
lateral), sino que permitía colocar las velas en el piso intermedio, ya que en
la parte de arriba no cabían.
Finalmente hornee los bizcochos de plátano y los rellené de ganaché de chocolate (la combinación preferida
de mi hermana). Luego los recubrí junto con el dummie de fondant. Para conseguir
un criterio visual uniforme les puse una cobertura superior, que imitaba nieve en los pisos navideños y sangre en el último.
Los colores de la tarta armonizaron
a la perfección ya que combinaban y fundían el abanico navideño (marrón, blanco,
verde y rojo) con parte del de Halloween (rojo y negro).
Ya solo restaba colocar el resto
de la decoración, que la hice con diferentes cortadores de galleta. También le di un
acabado brillante a la sangre aplicando una mezcla de vodka y sirope de maíz a
partes iguales, como aprendí en el curso de la tarta bota.
Por último coloqué la preciosa
figurita en la parte superior. Esto no debió haber supuesto ningún problema
pero como hice la textura de la parte superior ligeramente ondulada, para
simular sangre burbujeante saliendo de un caldero, luego me costó encontrar
un sitio donde la muñeca quedase sentada recta y tuve que retocarla un poco.
Otro inconveniente que encontré es que la mezcla de sirope con vodka es mas
inestable que si se utiliza una laca comestible por lo que, aunque la
superficie se endurezca, debajo queda una capa fina todavía pegajosa que, en
este caso, se pegó a la figura impidiendo que la pudiese recolocar de nuevo.
Aun así quedó estupenda y muy
llamativa…..y también muy rica ;P
Mi hermana cuando la vio se puso
a pegar gritos de la emoción y toda la familia se volvió loca haciéndome un
montón de fotos con la tarta, como si fuese un artista.
Esta ha sido mi primera tarta de
pisos y os aseguro que no será la última.
Luz Ignesón
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Te ha quedado espectacular, aunque ¿sabes a qué me recuerda la base sobre la que está sentada la chica esqueleto? a un maki gigante del que chorrea salsa agridulce!!!JAJAJAJA. Bueno, bromas a parte es espectacular!
ResponderEliminarEso es porque tienes mucho hambre porque se ve claramente que es un "caldero cónico" de sangre burbujeante.
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