Tarta "Caperucita y los Minions"

La pobre Caperucita, que va algo descocada, se ve sorprendida en el bosque por un grupo de malvados minions morados. Caperucita no sabe qué hacer porque la están rodeando y uno de ellos se ha comido su cestita de dulces. Mientras tanto un minion amarillo, que había ido en su ayuda, decide aprovechar la situación para mirar por debajo de su falda.

¿Debería haberse vestido Caperucita más decentemente para que le atacase el lobo en vez de los minions morados? ¿O es que no iba a casa de su abuelita sino a un encuentro furtivo con el leñador?....

Esta es una de esas tartas cuyo resultado final me encanta y no me entusiasma a la vez (aunque suene paradójico decirlo). Me gusta porque me parece que las figuras quedaron muy simpáticas y la idea creo que es original y divertida. Pero me disgusta porque pienso que el conjunto quedó demasiado abigarrado y la base, con forma de tronco, no quedó como había imaginado.

Pero empecemos por el principio: Por su cumpleaños mi marido me pidió una tarta que llevase una chica sexi como la que hice para la tarta “Viagra girl”. No recuerdo muy bien como la chica sexi se convirtió en una caperucita picante pero la idea se mantuvo varias semanas hasta que llegué a casa con un minion morado que había hecho en el curso de modelado de la escuela de Repostería. En ese momento me dijo que ya no quería una chica sexi sino muchos minions. Pero como yo ya me había hecho a la idea de modelar una Caperucita, y tenía muchas ganas de hacerla, le propuse combinar ambas cosas.

La verdad es que es fascinante la cantidad de imágenes picantes que aparecen en internet de Caperucita, pero hubo una de Monica Bellucci que me llamó la atención. Solo se le veía la cabeza con la caperuza roja y la mano en los labios, pero me pareció una imagen muy sugerente. En seguida empecé a imaginarme como quería que fuese mi figurita.

Lo más importante en este modelado era que tuviese un culo respingón tapado por una minifalda y una gran delantera. Quería mezclar la inocencia del personaje con la sensualidad que irradiaba la imagen encapuchada de Bellucci y además dar al conjunto un punto divertido e irreverente.

Si os fijáis en el paso a paso de la muñeca veréis que, aunque queda tapado, le hice un trasero muy bonito y que la blusa se la coloqué de manera que asomasen ligeramente los pezones sobre ella. También le coloqué un corpiño pequeño que realzase el busto y dejase al aire la tripa y el ombligo.

Para la cabeza hice una prueba con un molde de silicona de Lischetti que me había regalado en navidad, pero no acabó de convencerme el resultado así que preferí modelarla yo misma. Le remarqué los ojos con unas largas pestañas, pintadas a mano, y le puse unos labios rojos de fondant que favorecieran la expresión de susto.

Para el pelo le coloqué unas inocentes coletas que texturicé, junto con el flequillo, con la ayuda de una esteca de flores o dresden.

Lo más importante, la caperuza, fue lo último que coloqué y lo que más me costó hacer. Hice varias pruebas hasta que conseguí darle forma de pico y que se ajustase bien a la cabeza. También me costó bastante pegarla y que pareciese que reposaba sobre la cabeza y no que se le había adherido a ella.

Respecto a los minions: El amarillo fue un modelado muy sencillo, la única complejidad que tuvo fue pintarle los ojos y la boca a mano.

Los morados ya fueron otra cosa. La gran mayoría se hacen como el amarillo pero poniéndoles la boca mas fea y pelos de loco con la ayuda de un extrusor. Pero el de la boca abierta o el de los dientes por fuera requirieron un proceso más complejo. Para el primero tuve que hacer un agujero en fondant, vaciarlo con cuidado y pintarlo de negro. Luego tuve que colocar uno a uno todos los dientes y la lengua, lo que precisó muuuucha paciencia y pulso. En el segundo los dientes también están colocados y modelados uno a uno pero al ir pegados a la cara, fueron más fáciles de poner.

Otra complejidad que supuso el minion con la boca abierta fue colocarle los brazos hacia atrás. Aunque les pusiese un alambre interno se caían constantemente y tuve que dejarlos secar sobre un soporte para que aguantasen en la posición que quería.

Respecto a la tarta, me basé en un paso a paso que vi en el libro de animación en azúcarde Lischetti. Primero talle el bizcocho para hacerle unas hendiduras. Luego forré la parte superior retorciendo y alisando fondant marrón y amarillo para que quedase una espiral que recordase a los anillos de los árboles. Por último le puse la corteza lateral texturizándola con una esteca. Intenté matizarla un poco con colorante en polvo para resaltar las vetas, pero apenas pudo apreciarse.

Esta ha sido  la primera tarta con forma de tronco que he hecho y, ahora que llevo varias realizadas, creo que el mayor problema que tuve es que utilicé para forrarla un fondant marrón oscuro en vez de coger uno mucho mas claro y texturizarlo con un pincel. Eso le habría dado más profundidad y habría resaltado el conjunto. Sin embargo el marrón que use apagaba mucho las figuras que ya de por si tenían colores bastante ocuros (salvo Caperucita, claro).

Aun así estoy muy orgullosa del resultado, tanto que lo presenté a un concurso de repostería y casi consigo el segundo puesto!

Aunque lo mas importante para mi es que a mi marido le encantó su tarta, cuyas figuras conserva con mucho amor, y que causó un gran impacto entre los invitados ;)

   Luz Ignesón

Nota: Por si acaso, pido disculpas a los descendientes de Charles Perrault y a los del Universal Studios por esta versión libre de sus historias.

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