sábado, 5 de julio de 2014

Un pingüino en mi ascensor

Este era uno de los grupos de música pop que sonaban por la radio cuando era pequeña. Y es que haber crecido en los ochenta es algo único.

Cada década tiene particularidades que la distingue pero ésta en concreto fue irrepetible. No sé si por las pintas que llevaba la gente, la sensación de libertad recién estrenada o por los múltiples cambios sociales que se sucedieron a una velocidad vertiginosa, pero los ochenta fueron inolvidables.


Por aquel entonces, yo era demasiado pequeña como para que pueda aparecer en mi álbum alguna imagen llena de hombreras, calentadores, gomina y pelo cardado (¡¡gracias a dios!!). Aun así, soy de la primera generación que creció en democracia y este tipo de grupos, con sus canciones que rallaban lo absurdo, forman parte de aquellos “maravillosos años” en los que madrugabas solo por el placer de ver la bola de cristal (programa infantil único en su especie) y alternabas las descabelladas ocurrencias de la Bruja Avería con las lacrimógenas “aventuras de Parchís” o la tablas de multiplicar de Enrique y Ana.



Tras esta nostálgica parrafada os estaréis preguntando qué relación tiene todo esto con la tarta en cuestión. Pues bien, la persona para la que la hice no es ningún nostálgico de “la movida”, ni siquiera vivía en España durante esos años, pero si es un amante de los pingüinos, y yo no puedo evitar acordarme de este grupo y de su canción “atrapados en el ascensor” cuando se habla de estos animales.


Respecto a la tarta, contaros que era de plátano con crema de chocolate. Estaba recubierta con un precioso fondant color turquesa de la marca decolordulce, que es una de mis favoritas porque se moldea muy bien y sabe de maravilla.

   

Es lo que yo llamo una tarta joya, es decir, pequeñita para 4-6 porciones e ideal para regalar. Lo mas complicado fue meterla en la preciosa caja regalo, ya que entraba muy justa, y además la caja solo se abría por arriba. Cuando la elegí no tuve en cuenta esta cuestión, pero a partir de ahora prestaré mas atención a este pequeño e importante detalle y os recomiendo que hagáis lo mismo.

   Luz Ignesón


Si te ha gustado esta entrada puedes dejarme tu comentario más abajo, será bien recibido :)
Si quieres recibir todas las actualizaciones del blog por e-mail solo tienes que escribir tu dirección de correo electrónico en la pestaña de la columna derecha donde pone suscripción (no hacen falta mas datos).

© [2013-2014] [Be brown, be sweet]

2 comentarios:

  1. Una tarta tan deliciosa como estéticamente perfecta. No sólo el sabor sino también la consistencia eran imoresionantes. Una auténtica obra de arte hecha con cariño, paciencia y precisión. ¡Un regalo muy bien pensado, sin duda!

    ResponderEliminar
  2. La tarta no sólo era preciosa, super currada, individualizada y original, sino que puedo dar fe de que estaba RIQUÍSIMA :-P Esa mezcla de plátano y chocolate es realmente deliciosa! Fue un precioso recuerdo de 30º cumpleaños para la persona más maravillosa de mi vida! Se le iluminó la cara de felicidad al ver la tarta... y cosas así, son irrepetibles :)

    ResponderEliminar

Gracias por dejar un comentario, prometo leerlo y contestarlo lo antes posible.

Si no consigues que se publique lo que has escrito, házmelo saber mandándome un mensaje (pestaña de la derecha). El formulario de comentarios a veces da problemas y no quiero dejar de leer tu opinión.