viernes, 13 de junio de 2014

Santa Rita, Rita..... (Tarta Dumbo)

El “hada Rita” quería una tarta de Dumbo por su santo porque, aunque ningún adulto lo entienda, es su película favorita y disfruta mucho viéndola. Sobre todo le gusta la amistad del elefante con el ratoncito Timoteo. Es curioso porque si le preguntas a alguien de mi generación, te dirá que lo único que recuerda de esa película es el sueño psicodélico que tiene Dumbo tras beber accidentalmente alcohol de un barreño. Pero los niños solo ven a un cachorro asustado y maltratado, que supera sus miedos e inseguridades con la ayuda de su inseparable amigo.


Después de recibir el encargo de esta tarta, y de rever la película, empecé a imaginar como podía hacerla. En un principio pensé en una tarta alta y cuadrada, que simulase el edificio del que obligan a saltar a Dumbo en su actuación circense. Solo tenía que colocar la figura del elefante arriba y pegar en uno de los laterales la falsa fachada hecha de fondant, con las ventanas y las llamas pintadas sobre ella. La idea era original, no había nada así el internet, pero no reflejaba la amistad que tanto le importaba a Rita y, según mi marido, era un poco retorcido elegir un momento de angustia del personaje para hacer una tarta infantil…mi gozo en un pozo :(


Tras darle muchas vueltas, preferí centrarme en los personajes, modelándolos lo mas reales posibles, y hacer una tarta mas sencilla que resaltase las figuras. Como era una tarta para una fiesta familiar, los adultos tendrían una tarta de decoración mas clásica y Rita tendría sus figuras de azúcar.

Lo primero que hice fue sentarme delante de la caratula de la película y modelar a Timoteo. Era importante empezar por él, para hacerlo lo mas pequeño posible y modelar luego a Dumbo en relación a ese tamaño (mas o menos). Como cuerpo recubrí de fondant una gominola tipo “jelly belly”, que haría las delicias de quien le hincase el diente, llevándose además una grata sorpresa. Lo modelé de píe, en postura triunfal, con la pluma en la mano.


Una vez terminado, descubrí porque en la única tarta que había visto en internet que tuviese al ratón, este aparecía sentado sobre un cacahuete. Aunque la figura que hice era bastante estable y la cola equilibraba las patas, el resultado era muy frágil y poco compacto, y cada vez que la agarraba se le rompía algo…una tortura!!!


Modelar a Dumbo fue más sencillo y divertido, su tamaño era más manejable. Procuré hacerlo muy parecido a la imagen que tenía de él en el atril. Había visto algunas tartas en la red en las que el elefante había quedado muy deformado y solo se le reconocía por el gorro y la gola. Yo quería que el mío fuese perfecto, o todo lo que perfecto que podía ser dada mi corta experiencia modelando azúcar. Supongo que este perfeccionismo es poco productivo, porque al final destino muchas horas a rehacer cosas y agregar detalles que la mayor parte de gente no nota, pero que para mí son importantes y si necesito varios días para terminar la figura, no me importa (por lo menos por ahora que me dedico a ésto en mis ratos libres)

 

Del elefante lo mas divertido fue pintar las orejas y “maquillarlo”. Quizá me quedó un poco cabezón, pero no deja de ser un “bebe”. Lo mas complicado fue hacer la gola y colocarla sin que se rompiera. Lo intenté varias veces frunciendo la banda de fondant, como había visto hacer en un video, pero fue imposible. Al final decidí utilizar la esteca de bola para darle el vuelo como si se tratase de un pétalo de flor, y quedó perfecto. Es curioso cómo nos enredamos en hacer cosas complicadísimas, en vez de pararnos un minuto a pensar cómo hacerlo con los conocimientos y técnicas que ya conocemos.


El día anterior a la entrega hice mi famoso bizcocho “muerte por chocolate” (varias capas de ligero bizcocho de chocolate recubiertas de ganaché) y lo dejé reposando para que se ligasen e intensificasen los sabores. Como la tarta era muy alta (casi 15cm) decidí hacer un agujero central en las dos capas intermedias y rellenarlo con cremosa ganaché de chocolate blanco, de manera que cuando se cortase está desbordase como si fuera un volcán. Sé que está mal decirlo, pero esta última ganaché me quedó riquísima. ¡¡Mmmmmmmmm…!!

  

El último día le puse la cobertura final de ganaché dándole un acabado de rallas que fascinó a Rita. En la parte superior, simulé la arena de circo con galleta machada y le coloqué un perímetro de bolas amarillas, que le daban un colorido contraste al conjunto, alegrándolo y dotando de luminosidad a las figuras.
  

A Rita le encantó, quería comerse la trompa de Dumbo y no pudo resistir echar la mano al rallado de ganaché para ver cómo era. El resto de la familia quedó embelesada por el detalle de las figuras y, sobre todo, por el rico sabor del bizcocho y el cremoso relleno de ganache de "white chocolate". La tarta fue todo un éxito y quiero agradecer a los padres de Rita que confiasen en mí para hacerla.

   Luz Ignesón


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